Antes de poner la grabación, Iker Jiménez le preguntaba a Rafael si quería escuchar la psicofonía captada en su domicilio. Este respondía que sí. "Transmite bastante angustia, es como el sonido de una persona que lo está pasando mal", expresaba tras escuchar los intimidantes sonidos. Para Iker Jiménez no hay duda: "Suena a una mujer amordazada, alguien que está pidiendo ayuda y que, por algún motivo, no puede hablar".