Después de un programa así uno siente que después de muchas batallas y penurias ha merecido muchísimo la pena. Me siento un Quijote encabezando un equipo que ha realizado una labor didáctica para demostrar que nos habían engañado y esto era un misterio. Creo que esas caras, sea cuál sea su naturaleza profunda y no fraudulenta, deben sentirse contentas, y eso que expresan un mundo oscuro. Pocos trabajos me han podido satisfacer más en mi vida profesional. Nunca olvidaremos lo que hemos hecho por este fenómeno y seguiré investigando. Queremos llegar hasta excavar en esa profundidad silenciosa de Bélmez.