El origen de las conocidas caras de Bélmez sigue siendo un misterio, unas caras que aparecieron en casa de María Gómez Cámara. Miguel, hijo de María, intentó hacer desaparecer la primera cara picando el cemento. "Cogí una herramienta y lo quité de allí para que mi madre se quedara tranquila. Cuando regresé a casa volvía a estar la cara en el mismo sitio", ha contado. Así comienza un historia cargada de preguntas sin respuestas.