Un estudio del Instituto Max Planck ha alertado recientemente sobre los peligros que el consumo excesivo de pornografía puede producir en nuestra salud. Según esta prestigiosa organización, ver vídeos sexuales con regularidad a través de Internet provoca una progresiva reducción del tamaño de nuestro cerebro.
Multitud de investigadores han venido advirtiendo, desde hace años, del posible embrutecimiento y fácil maleabilidad de nuestra sociedad a través del sexo.
"En un futuro, a nuestra era la definirán como 'La era de la codicia'. Todo se mercantiliza, cada necesidad, cada aspecto del ser humano se industrializa. Ahora, quieren dominar un aspecto fundamental del ser humano", asegura el periodista Santiago Camacho.
"Lo malo de todo esto es que ahora el sexo está al alcance de cualquier niños y la impronta que deja en su cerebro puede ser terrible. Me preocupa que ahora la pornografía es gratis, ¿y quién gana con eso?, ganan los que crean adictos, que obligan al individuo, que ya le es insuficiente eso, a tener que pagar por más", explica el director de la Revista Año Cero.