Hay viviendas que con el paso del tiempo se convirtieron en algo que llegó a espantar a los propios inquilinos. Casas abandonadas por el terror que se siente dentro. En Herrera del Duque una casa de pueblo ha tenido que ser deshabitada por los ruidos que dentro se experimentan. Sonidos de pasos e incluso representaciones de personas han hecho a sus inquilinos abandonarla. Toda la familia acaba escuchando esos sonidos, hasta incluso notan como les quitan la sábana por la noche mientras duermen.