Yuschenko fue presidente de Ucrania y pudo ser envenenado con Dioxina por el servicio secreto de su propio país, no murió, pero sufrió la transfomación de su piel. Por su parte, Litvinenko fue un disidente y periodista búlgaro que murió a los 5 días de que alguien le pinchara Polonio a través de un paraguas.