Durante los años treinta, lavan la cara a la casa y entra a vivir un matrimonio de recién casados que compran pero pronto empiezan a sentir cosas extrañas como si alguien subiese y bajase los escalones y alguien arrastrara algún hierro, como un hacha. Durante una noche ella se despierta asustada , el también y ven a los pies de la cama un hombre con un hacha y a partir de ahí deciden abandonarla.
Tiene muchos inquilinos hasta que a finales de los sesenta es habitada por un hombre con dos hijas y estas niñas sufren fenómenos paranormales. Los objetos empiezan a caer de todas partes, en el dormitorio donde mataron a los niños. El padre, afilando su navaja se suelta de la mano y se le clava en el antebrazo. Empieza a creer a sus hijas aunque había oído ruidos y había visto sombras. Cuando deciden irse, ven a dos niñas vestidas de blanco pasar junto a ellos, se cree que eran las hermanas Stillinger y la vivienda de abandona.