Sin lesiones ni heridas: así llegan ocasionalmente las ballenas grises a las playas. Podrían depender de un sentido magnético para encontrar su camino en el océano. Un equipo de investigadores sostiene que la clave está en tormentas solares. Además, la historia de un grupo de agentes de inteligencia que se jugaron la vida en Irak en 2000 para lograr información sensible para el Gobierno de España.