Precisamos una vez más la ayuda y experiencia de Paloma Navarrete para cerciorarnos de lo que nos cuentan los testigos. Acude a las casas donde sus habitantes dicen presenciar la visita de una condesa fallecida hace años y ella lo tiene clarísimo: allí hay una mujer joven con la cara demacrada y el pelo largo: “No tengo donde ir, esta es mi casa y aquí vivo”, dice Paloma que le comenta la presencia.