Desafía a los testimonios. Se resiste a las investigaciones. Cuestiona todo lo que creíamos saber. Iker Jiménez estrena sección para explicar cosas que a él le resultan duras. Desde que comenzó a investigar a los OVNIs, siempre se ha interesado por la presencia de ese algo, de lo que hay más allá.
Iker Jiménez reflexiona sobre la tecnología de los visitantes y lo anticuada que estaría ahora, a pesar de que anteriormente parecían dominar la ciencia. Ahora, el ser humano le habría superado en ese sentido. Pero “ni todo el escepticismo puede borrar lo que uno ve”.
Además, comparte algo que tuvo lugar en Francia, otoño de 1954. Una mujer iba en motocicleta por un paraje, de vuelta a casa. El foco alumbra a un hombre muy alto en el arcén, paralizado. Ella frena y se asusta. Informa que junto a él había dos niños en sombra, escondidos tras el hombre. Estos abandonan la carretera y se marchan. La mujer, asustada, se marcha de allí.
Se investiga sobre lo sucedido y, al día siguiente, se encuentran con unas pequeñas huellas en la carretera cuyo calzado no tiene semejanza con el zapato de aquel entonces. Descubre que las aeronaves que aparecieron por la zona seguían un patrón.