El antropólogo, José Luis Cardero, fue una de las pocas personas que tuvieron la oportunidad, en los años sesenta, de introducirse en las ruinas del búnker donde Adolf Hitler y su mujer, Eva Braun, se suicidaron el 30 de abril de 1945. Su inquietud supuso el inicio de una investigación incesante por averiguar qué había detrás de los líderes nazis y lo que suponía la obsesión de muchas personas para implantar un régimen en el que conseguir, como si de una profecía se tratase, modificar genéticamente la raza con la experimentación de seres humanos.
Heinrich Himmler, oficial nazi perteneciente a la organización militar de las SS y uno de los principales líderes del régimen, cobra protagonismo por su relación, al creer ser descendiente o reencarnación de Enrique I El Pajarero. La extraña vinculación con el matrimonio formado por Enrique y Santa Matilda, "experta exorcista" que fundó una orden en el castillo de la Abadía de Quedlinburg, supone un enigma para los investigadores.
"Allí pasaban cosas que no se sabían explicar"
La expropiación por parte de los alemanes de la Iglesia de Quedlinburg permitió que bajo el régimen nazi, Heinrich Himmler celebrara ceremonias y rituales en la cripta. Las Schutzstaffel (SS) o Escuadrón de defensa hicieron una concentración de miembros para rendir homenaje para conmemorar el aniversario milenario de la muerte del rey y fundador del estado de Alemania, Enrique I El Pajarero. Su actividad en el lugar supuso incluso la exploración y exhumación del cuerpo de Enrique I El Pajarero, enterrado en la cripta de la catedral y, posteriormente, trasladado a la parte superior de la basílica para declarar la tumba como lugar de peregrinación para los alemanes.
En ese mismo lugar, José Luis Cardero asegura que "allí es donde Himmler se concentraba y se quedaba absolutamente solo delante de la tumba de su presunto predecesor o mentor y entraba en contacto con Enrique I El Pajarero". En las ceremonias, según relata el antropólogo, "a Himmler se le aparecía Enrique I, le hablaba y le preguntaba qué podía hacer para que Alemania triunfase, quería conocer consejos para transmitírselos al führer, Hitler, para que la gran Alemania fuese algo posible".
"Varias veces tuvieron que hacer ceremonias de exorcismo"
Varios testigos de las ceremonias del oficial nazi, Himmler, manifestaban que cuando se quedaba solo, después de realizar sus rituales "tenía la voz cambiada, había bajado varios tonos como si fuese más ronca y no fuese su voz". ¿Qué era el Plan General del Este? ¿Quiénes son los dioses oscuros para los nazis? ¿Por qué tuvieron que realizar un exorcismo en la Iglesia de Quedlinburg? José Luis Cardero da luz a todas las preguntas sobre el ritualista y oscuro pasado de la ideología nazi.