El periodista Juan Rada también nos ha contado su caso: “Estaba en un bar de la plaza Mostenses cuando apareció una chica argentina a la que yo conocía. Se quedó tomando algo conmigo, insistiéndome en que yo bebiera alcohol, que nunca bebo, y de repente empecé a encontrarme bastante raro. Me pidió el móvil y me dijo que le diera mi pin, y no sé por qué pero se lo di. Lo siguiente que recuerdo es despertarme en mi casa a las cinco de la tarde del día siguiente con la puerta abierta y vi que me faltaban algunos objetos, como la cámara de vídeo, y algunas tarjetas”.