Eva era una actriz con un origen familiar humilde que pasó a formar parte de la vida pública por su relación sentimental con Juan Domingo Perón, presidente de Argentina durante los años cuarenta. Eva Perón rompió el rol de primera dama, poniéndose al frente de movimientos sociales para ayudar a los sectores más desfavorecidos de la población.
El cuerpo de Eva Perón, para muchas personas, tenía un poder que debía ser invocado. Es por ese motivo que se practicaron varias profanaciones en su cuerpo para evitar que su enfermedad fuera a más. La primera dama sufrió en vida una lobotomía en su cerebro sin su consentimiento y, tras su muerte, se le sometió al proceso de parafinación para conservar su anatomía como si de una momia se tratase.
El conocimiento de estos secretos supuso una conmoción para la sociedad argentina. Sin embargo, varios personajes profanaron el cuerpo de Evita en su lecho de muerte llegando a practicar violaciones, exorcismos y rituales. Eva Perón no fue la única profanada, a su exmarido le cortaron las manos y nunca más se supo de su paradero. La historia de Eva Perón sigue latente y, a día de hoy, varios testigos han presenciado hasta siete apariciones de su figura.