El enigma de la lince viajera: Carla recorre 600 kilómetros para volver al lugar donde nació

  • No es la única: Litio ha atravesado la Península Ibérica de punta a punta

  • La especie ya no está en peligro crítico de extinción: hay 650 ejemplares silvestres y unos 120 en cautividad

Carla es una hembra de lince ibérico de 13 años. Además, está desdentada, lo que podría suponer un impedimento para su supervivencia. Pero, a pesar de todo, Carla ha protagonizado una hazaña espectacular: ha recorrido 600 kilómetros para volver al lugar donde nació.

El naturalista Álex Lachhein ha contado a un emocionado Iker Jiménez la historia de Carla: “Ha recorrido en seis meses la distancia desde Cabañeros, donde se la liberó, hasta la Sierra de Andújar, el lugar que la vio nacer”. Ni ríos, ni carreteras, ni vías de tren han sido un obstáculo para esta lince. ¡Ha atravesado incluso pantanos a nado! ¿Cómo ha podido hacerlo?

Este misterio no es la primera vez que ocurre. Otro lince, Litio, ha protagonizado una hazaña incluso mayor. Fue desde el distrito de Faro, en el suroeste de la Península, hasta los alrededores de Barcelona. Sabemos el recorrido que siguió porque es habitual que los linces lleven collares de radioseguimiento para saber por dónde se mueven y tratar de salvar la especie.

Hasta hace poco, el lince ibérico estaba catalogado como una especie en peligro crítico de extinción. En el año 2002, como cuenta Lachhein, solo había 94 ejemplares. Hoy, gracias a las medidas llevadas a cabo para evitar su desaparición, la situación ha mejorado mucho: existen unos 650 ejemplares silvestres y unos 120 en los programas de cría en cautividad.