La verdad tras la risa del Joker: una enfermedad considerada posesión demoníaca hace más de treinta siglos
La raíz de la risa del Joker se encuentra en uno los primeros documentos escritos de la humanidad: las tablillas cuneiformes babilónicas
La risa sardónica del Joker se ha convertido en un icono de nuestro tiempo pero lo que no todo el mundo sabe es la realidad que esconde. El Dr. Camacho ha acudido a 'Cuarto Milenio' para hablar sobre su propia investigación. Y es que, tal y como afirma, la raíz de la risa del Joker se encuentra en uno los primeros documentos escritos de la humanidad: las tablillas cuneiformes babilónicas. En ellas se describen de manera muy precisa los ataques epilépticos y las personas aquejadas por esta patología.
La risa descontrolada del Joker en su última y exitosa película encaja con los síntomas provocados por la 'epilepsia gelástica', que se caracteriza por la manifestación de convulsiones en forma de estrepitosos e incontrolables ataques de risa. En una tabilla del Museo Británico se habla de los pacientes afectados como personas poseídas: "Si una persona ríe y se cae repetidas veces, es el resultado de la posesión por un demonio o el espíritu de un muerto".
Casos reales de personas afectadas
En el siglo XIX, gracias a los avances en el ámbito sanitario, se empezó a tener acceso a medicamentos que, en su mayoría, fueron efectivos. Pero el caso del Joker es un claro ejemplo de persona con epilepsia en la que el tratamiento no responde y hay que recurrir a la cirugía. Además, se han podido conocer casos reales de personas afectadas por el mismo síndrome y visionar el angustioso ataque de un enfermo.
Reacciones violentas en situaciones de ansiedad
La risa del Joker no tiene un contexto alegre y se produce en situaciones emocionales, dramáticas y tensas. Aunque este tipo de epilepsia es de las más infrecuentes, se suele diagnosticar en la infancia. La mayoría de los niños que la padecen tienen un tumor cerebral en el hipotálamo que provoca que se activen células epileptógenas neuronales. Asimismo, es habitual que tengan problemas de conducta y desarrollo cognitivo, lo que les lleva a reaccionar violentamente en situaciones de ansiedad.