Recreamos el magnicidio del que era presidente en 1921. El crimen de Eduardo Dato, fechado el 8 de marzo de ese mismo año, abre nuevas incógnitas: discrepancias a la hora de contar la historia, desaparición del informe de la autopsia, la actuación de los pistoleros. Julia Fernández señala las principales salidas de los proyectiles que los ejecutores llevaron a cabo de forma premeditada en las estructuras vitales de la víctima.