Muchas de las grandes películas de terror están basadas en experiencias reales y lo cierto es que lo que vivió Iker Jiménez en compañía de un amigo bien habría podido ser el guion de una de ellas. Y es que la realidad supera la ficción…
Iker ha comentado con David Felipe Arranz sobre lo que se esconde tras la película ‘Al final de la escalera’, una historia real de dolor y crimen en la que un niño discapacitado terminaba siendo asesinado. Iker ha recordado al hilo de la película una experiencia aterradora que él mismo vivió hace ya algún tiempo:
“Con un buen amigo, estando yo en un sitio donde había ocurrido una muerte, en la provincia de Toledo casi con Extremadura ya, viví algo aterrador en la casa de una anciana, concretamente en una habitación con un crucifijo (…) Yo en ese momento solo tenía 17 años y estábamos completamente solos mi amigo y yo (…) Por la noche comenzamos a oír una serie de golpes y sentimos tanto miedo que no fuimos capaces de salir al pasillo (…) Cuando salimos por la mañana vimos todos los cuadros cambiados, unos girados, otros ladeados, otros directamente arrancados de las alcayatas (…) Fuimos víctimas de una gran broma o de un suceso sin explicación”.