En el cierre de esta semana, Iker ha querido reflexionar sobre dos ideas concretas. La primera de ellas, es una crítica a la sociedad. El presentador explica que intentamos vivir agradando a todo el mundo, dejando a un lado la convicción real. Iker pone de relieve un caso personal: “hay personas que te dicen que has estado extraordinario, porque tu mensaje cuadra más con su ideología y a la semana siguiente hay un tema que no concuerda mucho con sus ideas y esas personas se sienten decepcionadas”. La segunda de las ideas que quiere transmitir también está relacionada con la sociedad. Cuenta que en Londres se han incrementado los ataques con cuchillo y teme que eso pueda pasar en España, si no está pasando ya. Incluso, existen juegos en redes que explican cómo apuñalar a alguien. A estos comportamientos no se les están dando una explicación distinta a la evidente, porque puede que las personas encargadas de ponerles solución pertenezcan a una generación ajena a las nuevas fuentes de información.