“Lyndon Johnson llegó a decir que había visto el espíritu de Lincoln y que había hablado con él. El matrimonio Roosvelt contaba abiertamente a sus amigos e invitados de la Casa Blanca que ellos sentían la presencia de Linconl. Y hay una historia que es la más llamativa de todas, que es la de la reina Guillermina de Holanda, que hace una visita a la Residencia. De repente, el servicio y el personal de seguridad escucharon a la reina gritar estremecida y se desmayó. Un oficial entró en la habitación y vio una sombra, que el interpretó que era Lincoln, poniéndose unas botas.