En la década de los 2000 empezaron a aparecer en extracciones de permafrost unos virus que los científicos han categorizado como prehistóricos. Tras realizar pruebas en amebas se ha demostrado que, aunque de momento no tienen riesgo para la población humana, están vivos y convivieron con los últimos neandertales. Ahora se está estudiando si este hallazgo podría abrir las puertas a clonaciones de antiquísimas especies como los mamuts.