Paz Padilla habla por primera vez de una muñeca vudú que se trajo de África: "Tuve que quemarla cuando Antonio enfermó"

  • Paz Padilla ha acudido hasta el plató de ‘Cuarto milenio’ para hablarnos de su libro, ‘El humor de mi vida’, donde relata su camino hacia la aceptación de la muerte

  • Paz perdió a su marido en plena pandemia del coronavirus a causa de un cáncer que se lo llevó con 53 años

  • En su viaje a Benín, África, Paz Padilla adquirió una muñeca de vudú que le ha traído más de un quebradero de cabeza

En lo profesional, presentadora y actriz de éxito, acostumbrada a despertar sonrisas. En lo personal, madre y esposa feliz, vive un gran amor. Pero un día cualquiera la vida la sitúa en una posición complicada, algo terrible va a suceder, su marido Antonio morirá a los 53 años víctima de un cáncer. Comenzará el complicado pero enriquecedor camino de Paz hacia la aceptación de la muerte y sus consecuencias.

Nuestra compañera ha escrito un libro que no se pueden perder, ‘El humor de mi vida’, en el que plasma a la perfección las vivencias que ha tenido en estos últimos tiempos y con el que pretende ayudar a otros a comprender la muerte como ella lo ha hecho y a prepararles para acompañar a sus seres queridos en este inevitable ritual que es la muerte.

Paz Padilla llega hasta ‘Cuarto milenio’ para dar a conocer un pedazo de su alma, para compartir con todos la misión de su libro: “Hay que dar visibilidad a los paliativos, no hay que tenerle tanto miedo a la muerte, hay que vivir el aquí y el ahora, lo único importante en esta vida es el amor”.

La muñeca vudú que Paz se trajo de su viaje con Calleja

Carmen Porter ha recordado cómo en una de las cenas que la cadena hace en Navidad con todos los presentadores Paz Padilla se acercó hasta ella e Iker Jiménez preocupada por algo que le había sucedido: “Recuerdo que nos contaste que Jesús Calleja te había llevado de viaje hasta Benín y allí habías adquirido una muñeca vudú…”. Efectivamente, Paz ha recordado que en su viaje al país africano, tras pasar un día con una tribu que realizaba este tipo de rituales, se hizo con una muñeca africana:

“A Jesús Calleja no le gustó que el cámara y yo quisiéramos traernos una muñeca de vudú, no quería que jugásemos con esas cosas, pero yo solo lo veía como un trozo de trapo (…) El Madrid lo puse en un altar con otras figuras como la virgen del Carmen, la mano de Fátima o el ojo turco (…) Pero cuando a Antonio le llegó la enfermedad una amiga mía le echó las cartas y me dijo que lo que le pasaba venía de África, que si no tendría yo en mi casa algo de África…”.

La presentadora cayó al instante en la cuenta: aquella muñeca convivía con ellos desde hacía meses: “Me dieron indicaciones de cómo debía limpiar las cosas de la casa, con agua, vinagre y sal, lo rocié todo”. Con este ritual, Paz Padilla pretendía limpiar las posibles malas vibraciones que la muñeca había llevado hasta su hogar: “Te juro que lo que te cuento es verdad, quemé a la muñeca en un barreño y vino un tornado de viento que hicieron que las cenizas de la muñeca empezaran a girar y salieron volando”.