En el año 2016 ‘Cuarto milenio’ se interesó por una serie de casos que se produjeron en una carretera sevillana, algunos de ellos tan espectaculares como una familia entera que ve un ser que avanza por la carretera flotando, todo vestido de blanco, se acerca a ellos con la mano en el pecho y les dice “auxilio, socorro, accidente, me muero”. Cuando se vuelven a mirarlo había desaparecido.
Esta es solo una de las historias sin explicación que han tenido lugar en este punto de apenas un kilómetro y medio de recorrido en la carretera que pasa por encima del canal de los presos, el canal del bajo Guadalquivir, un canal que se creó en la postguerra con el trabajo forzado de los presos del bando republicano.
Habla la leyenda de fusilamientos y otras muertes violentas que podrían estar detrás de las misteriosas apariciones que muchos aseguran tienen lugar en estos escasos 1500 metros de carretera.
“El domingo tres de noviembre del año 2013 íbamos desde Cantillana a Marchena a recoger a unos amigos y cuando tomamos la carretera A-380, una carretera comarcal, estrecha, sin arcén, con el firme en mal estado, vimos mi mujer y yo como dos personas se cruzaban por delante del coche y al mirar hacia el arcén ya no estaban, habían desaparecido (…) Mi mujer me dijo que frenara y frené, pero cuando miramos para atrás allí no había nadie (…) Por la sombra que proyectaban el coche que venía de frente los habría atropellado (…) Se da la circunstancia de que solo diez días después de este suceso falleció la mujer de este amigo que vivía en Marchena y dos días después falleció también él”. José María de la Hera Sánchez, periodista y testigo de una aparición.
Se establece una relación muy macabra entre avistamientos en esa carretera y sucesos desgraciados poco tiempo después. Cuenta un concejal de Lora del Río, que él en 2019 también fue testigo de algo a lo que aún hoy sigue sin poder darle explicación:
“Todo empieza cuando al pasar el canal de los presos me encuentro la figura de un hombre sin rostro con un semblante muy serio y con unos ropajes nada actuales (…) Cuando me encaro hacia este hombre lo primero que sentí fue que mi tiempo se paró, como que tenía a ese hombre justo enfrente mía y como que no tenía el control de la situación (…) José Manuel Contreras Díaz, concejal de Lora del Río.
Al igual que estos dos testimonios existen muchos otros que coinciden en situar los relatos en el mismo punto kilométrico, justo al lado del canal de los presos. Se trata por tanto de un lugar en el que suceden apariciones recurrentes y para las que los expertos podrían tener una explicación.
Teniendo en cuenta las similitudes de los distintos casos apreciamos características comunes a los distintos casos:
- Distorsión espacio temporal
- Alteraciones térmicas
- Sensación de campana de irrealidad
- Apariciones fragmentadas o difuminadas
- Interferencias y anomalías magnéticas
A partir de esto, nuestro experto en la nave del misterio cree que puede tratarse de un vórtice espacio temporal, de un desgarro en el tiempo y el espacio: “Las figuras se materializan de un pasado que queda a lo mejor aglutinado en esa zona y el hecho de que se materialice en ocasiones solo fragmentos de cuerpos es porque la materialización no llega a ser completa, el paso de la dimensión no llega a ser completo”.