El propio Iker Jiménez lo calificaba al inicio del reportaje como “un caso impresionante que le había dejado paralizado durante su montaje”. El presentador del programa se encontraba en casa haciendo el repaso previo del programa y sintió algo realmente especial al llegar a este punto de la escaleta.
Una noche cualquiera de un día de verano en 2009 sucedió algo a lo que este programa no ha podido dar explicación, algo que aún aterra al testigo que lo presenció y que descoloca por completo al equipo de investigadores de la nave del misterio e incluso al sensitivo Aldo Linares.
Se trata de un encuentro con lo paranormal ocurrido en una carretera cercana a la localidad vasca de Baquio. El testigo, un hombre de 50 años y de profesión fotógrafo, ha accedido a contar su historia para ‘Cuarto milenio’:
“Aquel sábado, un 12 o 13 de agosto, llegamos un grupo de amigos y yo a Baquio para dar una vuelta sobre las doce, había luna llena y a eso de las dos y media o tres de la madrugada decidí que yo ya me marchaba andando a pie los tres o cuatro kilómetros que me separaban de mi casa (…) Al subir una pequeña cuestecita empecé a escuchar lo que parecían gritos y silbidos en la copa de los árboles, nunca había escuchado nada igual (…) Al bajar de nuevo la vista vi una cosa negra de pie, elevada del suelo, no tenía forma humana pero sí era alargada y se movía (…) Aquello era de un negro muy oscuro, un negro que yo nunca había visto antes y que no lo podía comparar con nada, eso se empezó a mover y cambió de forma, hizo una especie de arco a mi alrededor, empecé a moverme y eso me seguía, empecé a correr y aquello iba detrás de mí”.
José Ignacio Larragán explica que en medio de su carrera agónica vio la luces de un coche que se acercaba: “Empecé a gritar pidiendo ayuda y el coche se paró delante de mí”. José Ignacio cuenta que en el coche había un matrimonio que cuando vio al extraño ser que le perseguía sintió el mismo miedo que él: “La mujer le gritaba sin parar a su marido que arrancase el coche”. Los tres, montados en el vehículo, escaparon del lugar a toda velocidad dejando aquella extraña sombra atrás.
Como de costumbre, el equipo de ‘Cuarto milenio’, en esta ocasión capitaneado por Javier Pérez Campos, ha contado con la colaboración del sensitivo Aldo Linares. Para no restarle credibilidad al trabajo del colaborador, Javier decidió alejar a Aldo del lugar del encuentro paranormal, sin embargo el sensitivo marcó exactamente una vez más el lugar de extraño suceso, algo que ha aterrado a incluso a los más incrédulos de la nave del misterio.
Esta experiencia ha supuesto incluso para Aldo Linares un caso especial: “Aquello no era ni un hombre ni una mujer, era otra cosa, tuve una sensación muy extraña, como muy pesada, aquello me encontró como un bloque pesado, sabía que estábamos allí, quería que le viésemos”.