Fernando Rueda, periodista de investigación, habla de los héroes de Irak, sobre ocho espías españoles abandonados a su suerte, agentes que hicieron un trabajo de dar información que pedía el Gobierno. Murieron en una emboscada al sur de Bagdad, trabajando para el servicio secreto español.
Tras la ocupación estadounidense, un grupo del CNI fue enviado a Irak en el año 2003 para realizar labores de inteligencia. El trabajo de los agentes sirvió para que el Gobierno supiera que Irak no poseía realmente armas de destrucción masiva.
El 9 de octubre de 2003, el agente José Antonio Bernal fue asesinado a tiros a las puertas de su casa en Bagdad. Alberto Martínez no fue evacuado tras el asesinato de su número dos y finalmente, en noviembre, les tienden una trampa. Alguien les delata, mueren siete.