En 2013 Edward Snowden, un ex analista de la CIA, sacudió los cimientos del sistema de libertades al revelar cómo el gobierno estadounidense, a través de la agencia de seguridad nacional, espiaba de forma activa a sus ciudadanos interviniendo sus llamadas y correos electrónicos. Apasionado de la informática, Snowden, tras los atentados del 11S comenzó a trabajar para la CIA y la NSA como ingeniero de sistemas.
Pero su progresiva toma de conciencia llevó a tomar una decisión transcendental que dio lugar a un escándalo diplomático sin precedentes: EEUU acusó a Snowden de espionaje y le convirtió en uno de los hombres más buscados del mundo. Ahora, seis años después, Snowden pretende seguir denunciando la colaboración global entre las agencias de espionaje y las multinacionales de la era digital.
Como empleado de la CIA, tuvo acceso a algunos de los secretos mejores guardados de la humanidad como la realidad del alunizaje y la posibilidad de que supuestas inteligencias extraterrestres se hubieran puesto en contacto con la administración estadounidense. Traidor para su gobierno y héroe para los ciudadanos, Snowden fue el hombre que dio el paso a denunciar la vigilancia selectiva de individuos y el espionaje masivo de poblaciones enteras.