La técnica Crispr-Cas9, que permite coger un segmento de ADN y eliminarlo o colocar en otro sitio, es del año 2015 y desde entonces hay más de 200 estudios. Según nos cuenta José Manuel Nieves, se han hecho tantos estudios en estos dos años porque las técnicas de investigación que antes eran muy costosas, ahora son muy baratas y esto ha provocado que haya una avalancha de estudios en pocos años.