Los cinco niños que jugaron a ser detectives tras descubrir un cadáver: uno de los protagonistas lo cuenta en 'Cuarto milenio'
Álex Hebrail es uno de los cinco niños de Toledo que se toparon con el cadáver de una joven en una de sus tardes de juego
Álex pone el foco en las irregularidades del caso: “Desaparecieron algunas pertenencias de aquella chica”
La gente de la época sospechó de las figuras importantes del lugar: “Había hijos jóvenes de personas poderosas que se metían en líos…”
‘Los cinco de Toledo’, así llamaron a estos cinco chicos de no más de trece años que, durante uno de sus juegos, descubrieron un cadáver que les cambiaría la vida, especialmente a Álex Hebrail, uno de esos niños que ahora, décadas después, publica el libro ‘Misterio en el torreón’.
Todo ocurrió un 21 de octubre de 1983. Álex y sus cuatro amigos se encontraban jugando como cada tarde en la zona del torreón del puente de San Martín, en Toledo, un lugar que divisaban desde las ventanas de su colegio. Allí tuvieron una pequeña discusión con un chaval del colegio y cuando estaban huyendo de la trifulca se toparon con algo que no esperaban y que les aterró.
Bajando las estrechas escaleras del torreón comenzaron a percibir un olor nauseabundo tras una pequeña puerta de forja. Los niños se introdujeron en la pequeña estancia y allí descubrieron algo que les ha perturbado hasta el día de hoy. Se trataba de un cadáver, el cuerpo de una mujer, un cadáver que los chicos fueron desenterrando poco a poco de entre los escombros hasta que pudieron observarlo con total nitidez: “Vimos que era la cara de una chica joven, no tenía pantalones y su ropa interior estaba bajada en una pierna, llevaba tres anillos y una medalla”.
Ante el espeluznante hallazgo, los niños decidieron llamar a un adulto y fue entonces cuando la policía entró en escena. Tal y como cuenta nuestro invitado, en la investigación no se hicieron las cosas como debían: “Entró en la escena del crimen un inspector que estuvo allí solo media hora, cuando salió no estaban dos de los anillos, ni la cadena ni la ropa interior”.
Álex le ha explicado a Iker que tanto él como las personas de los alrededores siempre sospecharon de lo ocurrido: “El cadáver pertenecía a una chica de 18 años de un pueblo cercano a Toledo, una chica que servía como asistenta en Madrid (…) Por aquel entonces muchos jóvenes, especialmente los hijos de personas importantes de la zona, estaban enganchados a la heroína, yo creo que el asesinato lo cometieron entre varios, lejos de allí y que alguien trató de encubrirlos”.