Se cumplen 40 años del asesinato de los marqueses de Urquijo: hablamos con Javier Anastasio, el presunto coautor del crimen
El asesinato de los marqueses a tiros en plena noche aún sigue sin resolverse
Han pasado 40 años y la justicia no ha podido poner nombre a los presuntos cinco conspiradores del crimen y solo el yerno de los marqueses, Rafael Escobedo, fue condenado a 53 años de prisión como autor material de los hechos. Pero quedan muchas incógnitas por resolver.
Se trata de uno de los crímenes en nuestro país que más han conmocionado a la población. La noche del 1 de agosto de 1980 los marqueses de Urquijo fueron asesinados a tiros en su domicilio de Somosaguas mientras dormían. Algo menos de un año después, el ex yerno de los marqueses era detenido tras encontrarse en una propiedad de su padre casquillos de bala que coincidían con los que acabaron con la vida de los marqueses.
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Sin embargo y pese a que solo hubo un detenido por el crimen, otras cuatro personas estuvieron en el punto de mira de los investigadores, llegando incluso a plantearse la opción de que se tratase de una mafia de la banca. Estamos por lo tanto ante un crimen casi perfecto que aún hoy sigue cargado de irregularidades en su investigación.
Lo que se sabe seguro es que primero murió el marqués de un tiro en la nuca y después la marquesa por dos disparos a bocajarro, uno en la boca y otro en la garganta. Según explican los expertos en el caso, los intrusos y asesinos pretendían matar al marqués por motivos de lucha económica y la muerte de la marquesa fue algo “casual”.
Al igual que en el caso de las niñas de Alcásser, los cuerpos fueron lavados antes de la autopsia, algo tremendamente inoportuno para su estudio y para esclarecer los hechos. ¿Quién estuvo realmente detrás del asesinato más mediático de los últimos tiempos de nuestro país?
Melchor Millares entrevista a Javier Anastasio
Javier Anastasio, amigo íntimo de Escobedo, fue señalado como coautor de los hechos y llegó a reconocer haber tirado el arma del crimen al Pantano de San Juan, pero aseguró no saber nada más y huyó antes de poder ser juzgado.
El periodista Melchor Miralles, gran investigador del caso, ha tenido frente a frente a Javier Anastasio para intentar aportar algo de luz hasta la ahora oscura historia del asesinato de los marqueses de Urquijo:
“Escobedo me dio una bolsa con la pistola y me pidió que la hiciese desaparecer, la tiré al Pantano de San Juan, el primer lugar que se me ocurrió (…) Entonces uno de mis abogados recibió una llamada desde el juzgado aconsejándome que me fuera de España, que me iban a condenar y más años que al presunto autor del crimen”.
Las incongruencias del supuesto suicidio de Escobedo
Otra de las incógnitas de este truculento caso es la muerte de Escobedo, el único encarcelado por el crimen. Su cuerpo fue encontrado presuntamente ahorcado en su celda del penal de El Dueso, en Santoña, Cantabria, en 1988.
Tal y como contó José Huertas, compañero de celda del yerno de los marqueses, fue él quien encontró el cadáver, pero algo no le terminó de cuadrar: “Los pies estaban tocando el colchón, no tenía los signos de alguien que se ha ahorcado”.
Al parecer, los funcionarios de la prisión sobornaron al convicto para que guardase silencio y es que, muchos son los que creen que Escobedo fue realmente asesinado por un sicario. ¿Se trató nuevamente de un asesinato? En este caso el de la persona que más sabía del crimen de los marqueses de Urquijo.