A mediados de febrero, 'Cuarto Milenio' comenzó a interesarse por este tema. El coronavirus azotaba China y había muy poca información oficial al respecto. Iker Jiménez y su equipo de colaboradores expertos comenzaron a debatir sobre los intereses políticos y económicos que podrían girar en torno al COVID-19 y las posibles conspiraciones que habría detrás. Ahora, en pleno pleno estado de alarma y con medio mundo paralizado por esta crisis sanitaria, echamos la vista atrás para ver todo lo que 'Cuarto Milenio' nos advirtió que sucedería.
El programa fue uno de los primeros en contactar con uno de los miles de españoles que se encuentran en China. Se contó así con el testimonio de Javier Gascó, que vive en Shenzen, y que nos avanzaba sobre las medidas de seguridad y confinamiento que llegarían a España semanas más tarde. Habló, también, de que estaba prohibido salir a la calle sin mascarilla, que los ciudadanos estaban "al límite" y que la gran mayoría trabajaba desde sus casas.
Siete días después, Javier nos ofrecía imágenes de lo que se estaba viviendo en China y nos llama la atención que muchas de las cosas que allí estaban sucediendo, son ahora las que vivimos en España: "Nos hemos tenido que descargar una aplicación para que sepan si tenemos el virus". Esto nos suena, ¿verdad?
Una semana más tarde, y en vista del interés y la preocupación que estaba levantando el coronavirus en España, 'Cuarto Milenio' decidió dedicar un programa al completo para analizar todo sobre esta pandemia (aunque, por aquel entonces, no se catalogaba como tal). Iker fue de los primeros en abordar este tema y confesó sentirse orgulloso por "haber suscitado algún sarpullido en algunos medios con el coronavirus".
Para él, era importante arrojar algo de luz y dar voz a aquellos que tenían algo que decir. Además, fue muy claro al decir que no hay que despreocuparse, sino que había que tomar medidas al respecto: "Hacer como que no pasa nada o reírme de aquellas personas que se preocupan es algo que no voy a hacer, en ningún momento les diré que miren para otro lado".
A principios de marzo, los medios de comunicación comenzaban a dedicarle cada vez más horas y más páginas pero desde 'Cuarto Milenio' se advertía de que se estaba endulzando el mensaje, la información que iba dirigida a la población. Pablo Fuentes fue quien comenzó a hablar de una posible pandemia y de que era necesario que nos enseñaran a saber qué significaba eso y a saber actuar.
Por su parte, Luis E. Martín Otero (responsable técnico nacional de la crisis del ántrax), consideró que era importante informar bien para prevenir pero no para alarmar. Añadió que, a diferencia de otros virus como el ébola, se está informando de una manera más responsable aunque echa en falta "un periodismo especializado en comunicaciones de crisis sanitarias". Además, para Otero, es improbable que el virus se haya manipulado en un laboratorio a partir de otros.
"Entre el 40 y el 70% de la población mundial podría infectarse con el COVID-19", eran las declaraciones del doctor Marc Lipsitch, epidemiólogo de la Universidad de Harvard. Hablaba de que, a pesar de que los niveles de mortalidad eran bajos, convenía tomar precauciones, algo que podría habernos parecido exagerado, pero en vista de las circunstancias...
Mucha información pero ¿hay que creer todo lo que vemos, escuchamos y leemos al respecto? Iker y Carmen analizaron todos los bulos que iban surgiendo a medida que el coronavirus se expandía por Europa: nada de orina infantil como cura ni recluirse en nieve. Además, ya se habló en este mismo vídeo de que mantener una buena higiene y tomar medidas preventivas son el mejor remedio.
Estamos viendo cómo en España se está tirando de mucho ingenio para protegerse. Virales son algunas de las imágenes que mostraban a una familia comprando en el supermercado con bolsas en la cabeza o la foto de una mujer con la cabeza introducida en una botella mientras viajaba en el metro. En China todo esto sucedió antes y no quisimos ver que se trataba de un augurio de lo que estaba por llegar.
En 2017, científicos mostraron su preocupación por una posible fuga de patógenos del Laboratorio P4 de Wuhan. Según estos expertos, el virus podría estar modificado genéticamente para ser empleado como un arma biológica. Es más, según el coronel Pedro Baños, "pudiera ser que esto fuera un virus con el que se estuviera experimentando".
Después de hacer este repaso nos queda claro que, si no fuimos conscientes de todo lo que estaba por venir, era porque no quisimos.