La ameba “comecerebros” se alimenta fundamentalmente de bacterias y vive en aguas estancadas. Los primeros síntomas, a parte de la fiebre, son las alucinaciones olfatorias o cacosmia: “Todo huele a podredumbre, se deforma la percepción olfativa”. El índice de supervivencia de los afectados ronda el 3%, de los 400 casos conocidos hasta ahora solo 12 personas han logrado sobrevivir.