Iker cerró el programa con una carta que le envío Ohiane, una fan de 8 años que sufre una enfermedad muy cruda. Ella combate su dolor escuchando 'Universo Iker' acurrucada junto a su padre, ya que escucharle le calma. Iker ha reflexionado sobre el caso y considera que cuando el sufrimiento de un niño está en juego, todos los demás problemas que podamos tener se convierten en nada.