Iker Jiménez realiza una crítica a la forma de comunicar el cambio climático y la protección del ecosistema debido a la pasada Conferencia del COP25. Recalca lo imprescindible que es el ecologismo para las presentes y futuras generaciones pero difiere en la forma de transmitir el mensaje: “Cualquier movimiento corre la tendencia de ser politizado y demagógico”. Estas herramientas de “ingeniería social” no son imprescindibles para defender la naturaleza.
Iker Jiménez pone de ejemplo a Félix Rodríguez de la Fuente, de quien es un gran admirador: “A Félix no le gustaba la demagogia”. Recuerda su importante papel para luchar por la naturaleza y su amor por los animales sin necesidad de convertir en antagonista a quienes no comparten la misma opinión: “Félix Rodríguez de la Fuente empleaba la comunicación como un arma para enamorarnos de la entorno, no para lanzarnos palos ni criticar al otro”.