Iker Jiménez confiesa que ha hecho escasa vida social desde que comenzó la pandemia pero que ahora comienza a dejarse ver más por la calle y se muestra muy agradecido con las muestras de cariño que recibe cuando se encuentra tomando algo en una terraza: “Es un tesoro que me llevaré de por vida, y uno tiene que ser agradecido”.
“No tenemos la verdad de nada, la seguimos sin tener, pero algo han debido de ver”, dice respecto a sus espectadores a la vez que admite la gran responsabilidad que eso conlleva para ponerse al frente de programas como 'Cuarto Milenio ' u 'Horizonte'. Cuenta, además, que no tiene nada que ver con lo que experimentaba antes de la pandemia, sino que es más especial y difícil de explicar.