Iker Jiménez aprovecha su cierre esta semana en 'Cuarto milenio' para hablar sobre la importancia de la meritocracia y cuenta una anécdota que le ocurrió cuando tenía 17 años y estaba haciendo un curso de introducción al periodismo: ''Hubo una escena que nunca he logrado olvidar (...) Se debatía sobre lo adecuado o no del sueldo estratosférico de Luis del Olmo, se hablaba de un contrato de mil millones de las antiguas pesetas''.
''Todo el mundo estaba en contra o le parecía indecente y a mi me sorprendió, yo levanté el dedo y dije que me parecía muy bien, eso me generó alguna que otra disputa con los jovencísimos compañeros embriones de futuros periodistas'', continua el presentador.
Tras dar a conocer su historia, Iker Jiménez reflexiona sobre la cuestión: ''Si en una profesión sea cual sea, alguien rompe ese techo de cristal y le pagan mucho más, cómo va a ser malo para el gremio, significa que uno tiene la posibilidad o el anhelo de estar en esas coordenadas''.
Con todo esto, el presentador reflexiona sobre el término de la meritocracia: ''Nos están queriendo convencer y sobre todo a la gente embrionaria que va a ser una profesional de que la meritocracia no vale, es decir, que quien ha hecho dinero es porque su padre y su empresa tenía dinero o chanchullos o robaba''.
''Lo peor es que muchos jóvenes que lo están pasando mal porque la circunstancia no es buena, lo asumen. Puede que sirva o que no sirva, yo no parto de ninguna familia que tenga medios como para tener ninguna fortuna y lo único que he hecho es trabajar en lo que me gustaba que creo que es la clave'', afirma el presentador.
'Además, cuenta su experiencia: 'Siempre he tenido el entusiasmo de hacer lo que quería hacer y de no importarme el dinero y la gente no me cree. Muchos parece que quieren desincentivar a nuestra juventud y hacerles no creer en el esfuerzo, en el trabajo. Siempre hay alguien que se da cuenta de tu esfuerzo''.