“El cine, con todo lo que tiene de mágico, nunca podrá igualar del todo la experiencia personal”. Con esta frase, Iker Jiménez arranca su cierre de esta semana, en el que habla de cómo se siente el miedo en la mente arcaica.
A pesar de que somos seres tecnológicos y que tenemos a nuestra disposición todo tipo de innovaciones técnicas, cuando sentimos miedo, nada de eso nos sirve para librarnos del frío y el estado de alerta que nos recorre el cuerpo, porque “cuando entras en el bosque oscuro, toda esa carcasa se viene abajo”.
“Cuando lo sagrado, que puede ser luminoso o asustador, se presenta ante nosotros, uno se siente muy pequeño”, explica Iker Jiménez. Cuando oyes ruidos en un bosque, algo en nosotros se despierta y lo único en lo que pensamos es en que no se agote la batería de nuestra linterna.
Ante el miedo, el hombre con el ‘impermeable’ del móvil y la Tablet se siente pequeño y, aunque sientas que no hay peligro, el camino se hace lento y largo. Iker Jiménez ha contado una historia de un día en el que vivió una historia sobrecogedora en primera persona.