Iker Jiménez dedica los diez minutos de su sección para hablar sobre algo que le preocupa bastante: las disculpas públicas que hacen los famosos y que la mayoría de las veces están condicionadas por terceras personas.
El presentador defiende la libertad de opinión y asegura que le parece perfecto que, cuando un rostro conocido considere que se ha equivocado pida perdón en público, siempre y cuando lo sienta y lo piense, ya que todo el mundo tiene derecho a equivocarse.
Sin embargo, el conductor de la Nave del Misterio se muestra muy crítico con aquellos que cambian su discurso para no ofender a marcas o por no perder seguidores en redes sociales: “Pedir perdón es muy sano para el que lo siente de verdad”, afirma.
“¿Qué queremos? ¿Un mundo de asustados y ofendidos? Puede ser divertido, pero a mí me parece ridículo (..) Nadie quiere quedarse fuera del redil de lo aceptado”, dice Iker Jiménez, condenando a aquellos que no son fieles a sí mismos por mantener seguidores.
“A mí se me han echado encima muchas veces y no he pedido disculpas porque lo pensaba. Me da igual quedarme sin seguidores, yo digo lo que pienso. ¿Cuál es el futuro dentro de dos o tres años, si cualquier famoso se asusta? ¿Qué tiene de auténtica la información que recibe?”.