Iker Jiménez se ha puesto, como cada semana, al frente de su mesa de la nave del misterio para hablar con sus seguidores de tú a tú, para contarles aquello que quiere compartir con ellos sin trabas, sin cortapisas, como él nos tiene acostumbrados. Así ha sido su último cierre tras la visita a su querida Vitoria:
“Esta historia de Vitoria, de las carreteras, tiene una segunda parte para mí muy interesante que me he guardado para este momento (…) Antes de acudir al lugar de los hechos fui con mi cuñado Félix a Vitoria, a tantear el terreno, y esto que les voy a contar es un ejemplo perfecto del abismo que existe entre la percepción que uno tiene de la realidad que algunos intentan imponer a través de las redes sociales y la verdadera realidad (…)
Si yo hiciese un recuento de las cosas que por redes sociales han dicho sobre como vitoriano pues a lo mejor no pisaba Vitoria porque para algunos que soy un facha, un derechoso que siempre está hablando de figuras españolas (…)”.
Aunque lo cierto es que Iker Jiménez también se encontró con mucho cariño, con reacciones voluntarias que le llegaron al corazón: “No hagan mucho caso ustedes de lo que le dicen en las redes sociales, porque luego la realidad es muy distinta”.