Luces y sombras de Elon Musk: ¿innovador incomprendido o magnate irresponsable?
El empresario sudafricano se ha convertido en la persona más rica del mundo pero también en una de las que más polémica levanta por sus investigaciones y avances sobre la mente humana y el espacio
Su última creación, ‘Neuralink’, es capaz de controlar la mente de los seres humanos
Vuelve a ver los mejores momentos del último programa de ‘Cuarto milenio’
La figura del empresario Elon Musk genera en la industria tanta admiración como desconfianza. Su exigente modelo de gestión y su innegable capacidad para estar a la vanguardia de la ciencia le han llevado a ser la persona más rica del planeta, pero algunas voces cualificadas empiezan a señalar que tal vez quiera ir demasiado lejos y demasiado deprisa.
Sus logros son evidentes: ha revolucionado el sector del automóvil con sus vehículos Tesla, eléctricos y autónomos, ha desarrollado una nave que promete llevar turistas fuera del planeta, ha puesto en órbita su red de satélites para ofrecer internet con cobertura mundial y bajo coste, ha impulsado la construcción de un tren supersónico que se desplaza suspendido dentro de un tubo de vacío… Pero sus ideas más revolucionarias generan controversia.
Elon asegura que llevará al hombre a Marte antes de 2026 en un plan para colonizar el planeta rojo. Está actualmente trabajando en ‘Neuralink’, una serie de chips que, tras implantarse en el cerebro humano, permitirían controlar distintos dispositivos con la mente e incluso conectarse a internet, y asegura que estarían en condiciones de abrir un auténtico parque jurásico con dinosaurios de verdad generados por la ingeniería genética.
Pero las críticas cada vez son mayores. Sus empleados declaran que es tan arrogante que resulta imposible trabajar con él y la comunidad científica sostiene que detrás de muchos de sus proyectos solo hay márketing y resultados cuestionables.
Sus Tesla no tripulados se estrellan, los ensayos con su nave espacial son un fracaso, algunos dudan de las posibilidades reales del ‘Neuralink’ y alertan de sus posibles usos perniciosos y no parece probable que podamos colonizar Marte o ver caminar por nuestro planeta granes dinosaurios en un futuro próximo. Le acusan de ser excéntrico y megalomaníaco. Sin embargo, Musk afirma que la humanidad está en peligro y solo la tecnología podría salvarla. ¿Se trata de un innovador al que el mercado trata de frenar o de un magnate irresponsable que no entiende de líneas rojas?
La tecnología que puede cambiar las emociones humanas
Hace tan solo un par de meses, el jefe del estado mayor de la defensa británico aseguró que antes de diez años el 30% de su ejército serían robots. El coronel Pedro Baños asegura que no solo esto es posible, si no que el 70% restante van a ser humanos potenciados física e intelectualmente, humanos modificados.
Según los últimos avances, lo que se pretende en estrategia de guerra es entrar en la mente de los soldados para modificar sus emociones, concretamente para crear una tecnología capaz de disminuir las emociones de los soldados, eliminar la compasión y la empatía para que les sea más fácil participar en las batallas. Algo que ya se está llevando a cabo en Estados Unidos es “borrar” de alguna manera los recuerdos traumáticos de los soldados con shock post traumático.