Todo sobre las armas sónicas: Ataques silenciosos que te modifican el cerebro y pueden hacer sangrar tus órganos
Estados Unidos ha confirmado que en su embajada en Cuba hubo en 2016 un “ataque con radiofrecuencias dirigido”
El Coronel Otero ya habló de las armas sónicas en ‘Cuarto milenio’ ya nadie le creyó
Vuelve a ver los mejores momentos del último programa de ‘Cuarto milenio’
Entre finales de 2016 y mediados de 2018 una treintena de diplomáticos cayeron enfermos tras pasar por la embajada estadounidense en La Habana, Cuba. Los afectados sufrieron síntomas de origen inexplicable como nauseas, pérdida de audición, mareos, vértigo o falta de concentración.
El Gobierno del por entonces Presidente Donald Trump retiró a la mayoría de los miembros de su personal y emitió una alerta asegurando que sus diplomáticos habían sido víctimas de ataques selectivos. Las incógnitas y conjeturas se fueron acumulando hasta que a finales de 2020 la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos publicó los resultados de un informe firmado por 19 expertos en el que se aseguraba que el mecanismo más plausible del ataque era, en efecto, un pulso de radiofrecuencias dirigido.
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¿Qué sucedió en la embajada durante aquellos meses clave? ¿Se debieron los síntomas de los diplomáticos a la ofensiva invisible de alguna nación extranjera? En ‘Cuarto milenio’ analizamos todas las hipótesis en torno a la misteriosa energía de baja frecuencia que desencadenó lo que en ámbitos de la conspiración ya se conoce como ‘El síndrome de la Habana’.
‘Cuarto milenio’ ya habló de estos ataques hace tres años
Este supuesto ataque con armas sónicas dirigido se ha convertido en noticia en las últimas semanas, pero ya el Coronel Luis Martín Otero habló de ello en este programa hace meses. Otero, hace tres años, dejaba caer conceptos como ‘armas sónicas’, ‘armas silenciosas’.
Una vez más, el Coronel visita ‘Cuarto milenio’ para dar más detalles del que puede haberse convertido en el nuevo sistema de ataque entre naciones: “Esto no es algo novedoso, las armas convencionales van a desaparecer, hay tendencia a estas armas llamadas silenciosas”.
Otero ha explicado que debemos diferencias entre los ataques audibles para el oído del ser humano y los que no lo son, efectos que nos pueden alterar incluso el cerebro pese a que no nos demos cuenta: “Estas ondas pueden manipularte, es como si te modificaran el cerebro, perciben sensaciones de vista, de gusto, de tacto que no son reales”.
El primer ataque, ¿a manos de los rusos en 1953?
Pero al parecer, el presunto ataque de la embajada norteamericana en Cuba no sería el primero. En 1953 en la embajada norteamericana de Moscú ya se percibió un ataque parecido en las plantas superiores del edificio. Aquel supuesto ataque no trascendió demasiado porque el por aquel entonces secretario de Estado trasladó a sus diplomáticos afectados a Estados Unidos para estudiar sus síntomas: “No creó alarma sobre el tema porque debían ellos estar ya también trabajando sobre el mismo asunto y quería ver los resultados en primera persona”.