A lo largo de los años 30, en la localidad malagueña de Carratraca cuatro chicos fueron testigos, por separado, de una extraña aparición. Juan Morales, el último de ellos, dio a conocer su historia tras décadas de silencio y confesó ser el portador de una serie de conocimientos transmitidos por esa aparición de forma telepática. Según Juan, tenía el aspecto de una mujer muy bella, alta, vestida con una túnica blanca y afirmó que viajaba en una urna de cristal transparente. Dos años después de aquel misterioso suceso, Juan fue testigo de lo que interpretó como “el fin del mundo”: el cielo se desquebrajó y, a través de una oleada de fuego, quince objetos descendieron de las alturas y se posicionaron sobre el pueblo. El último fenómeno que observó fue años después. Asegura que presenció una luz roja y brillante que dejó un rastro en el que pudo observar un código ininteligible.
Ahora, después de 80 años, 'Cuarto Milenio' ha acudido al lugar de los hechos para conocer el entorno de las misteriosas apariciones y la historia de aquel humilde pastor que, tras los extraños sucesos, empezó a hablar de distancia, años luz y planetas.