La perturbadora desaparición de Borja Lázaro, el fotógrafo español que se vio envuelto en rituales tribales en Colombia

  • Borja Lázaro desapareció de la faz de la tierra en la madrugada del 7 al 8 de enero de 2014

  • La pasión de Borja era la fotografía e hizo su sueño realidad viajando hasta Latinoamérica

  • Para Mayte Carrasco, reportera de guerra, tiene gran peso la hipótesis del secuestro o incluso la del ritual salvaje

La desaparición del fotógrafo Borja Lázaro continúa inquietando a los investigadores. Borja, un joven de 34 años inquieto y aventuro sufrió una desaparición de esas que no dejan ni un pequeño hilo del que tirar. Para contarnos la historia de Borja ha llegado hasta el plató de ‘Cuarto milenio’ Mayte Carrasco, periodista de investigación y reportero de guerra.

Borja desapareció de la faz de la tierra en la madrugada del 7 al 8 de enero de 2014. El joven fotógrafo llevaba meses recorriendo el mundo tras haber dejado a un lado su cómoda vida como auditor de cuentas en Luxemburgo. La pasión de Borja era la fotografía e hizo su sueño realidad viajando hasta Latinoamérica, concretamente a Méjico, o al menos esos eran sus planes.

Antes de llegar a Méjico, Borja hizo una parada en Colombia, concretamente en la Guajira, lugar donde logró hacer un reportaje del ritual de los huesos de una tribu autóctona. Cuando viajó de nuevo al lugar para entregarle las fotografías a la familia se perdió su rastro. Borja pasó la noche en una posada de la zona, en medio de la nada. Tal y como nos ha explicado Mayte, la posada cuenta con hamacas al aire libre donde los viajeros se conocen y toman contacto. Allí fue el último lugar en el que se vio a Borja.

Borja salió del lugar descalzo, con dos linternas y su teléfono móvil, y dejando atrás su cámara fotográfica, algo que confunde a los investigadores. La principal hipótesis de la policía colombiana es que Borja estaba borracho y se cayó al mar, algo que no convence a nuestra invitada.

Para Mayte Carrasco tiene gran peso la hipótesis del secuestro o incluso la del ritual salvaje: “Se tienen noticias de que él conoció a una chica de esta tribu que le introdujo en el ambiente de su familia y que, gracias a ese acceso, él pudo entrar a fotografiar el rito de los huesos, un rito que nadie había podido antes fotografiar y que exhuma el cadáver de una persona para sacar sus huesos y, a través de una exhumadora, llevar a cabo sus antiquísimos rituales”.