Ya se lo preguntó en su día Félix Rodríguez de la Fuente, de cuya muerte se cumplen ahora cuarenta años. Ballenas varadas en diferentes playas del mundo, como si su brújula natural se hubiese estropeado repentinamente. Él ya se lo cuestionó, se hizo esa pregunta a la que ahora tenemos respuesta, y es más sorprendente de lo que nadie siquiera pudiera imaginar.
Los varamientos de ballenas son cada vez más comunes y miles de cetáceos mueren cada año en las playas de todo el mundo. Contamos en el plató con Rafa Balaguer, el primero que informa de esta noticia a Iker y que tiene la respuesta a este misterio: nada de envenenamiento ni enfermedades en los cetáceos. La clave está en el sol.
Las tormentas solares liberan repentinamente partículas de alta energía del sol que interactúan con la magnetosfera terrestre. Hasta ahora se pensaba que el campo magnético de la tierra podría desorientar a las ballenas, pero la respuesta es sí, a medias. Coincide pero no es el único motivo. Un nuevo estudio revela que la liberación de estas partículas puede cegar momentáneamente a las ballenas.