Hace unas semanas, ‘Viva la vida’ consiguió, gracias a la llamada de una espectadora, que se reabriera el llamado caso Alcàsser de Aguilar de Campoo, treinta años después. La desaparición de dos adolescentes, Virginia y Manuela, puso en jaque una investigación que, a día de hoy, sigue sin resolverse. ‘Cuarto Milenio’ apunta los nuevos datos, pistas y líneas de este caso.
La espectadora de ‘Viva la vida’, al ver el resumen que se estaba haciendo en el programa sobre este mediático caso, recordó que a ella y a una amiga intentaron secuestrarla en el lugar donde, un año después, desaparecieron Virginia y Manuela (en Reinosa). Y el coche era el mismo, un Seat 127 blanco. Esta es la principal pista.
En la mesa de ‘Cuarto Milenio’, junto a Iker Jiménez se encuentran el doctor José Cabrera (psicólogo forense), Carmen Balfagón (criminóloga y abogada) y Luis Rendueles (periodista de investigación ‘Caso Abierto’). Todos ellos analizan las nuevas pistas halladas y reflexionan sobre los errores que se cometieron durante la investigación en los años 90.
La familia de las desaparecidas, a través de su abogada, se queja de que no se investigó desde una manera más concienzuda desde tráfico para dar con el coche señalado mientras que la Policía señala que, en los años 90, apenas había protocolo de actuación para casos así. Respecto a esto, el doctor Cabrera comenta que ese coche debía haberse localizado y que la investigación falló.
Carmen apunta que hay líneas y técnicas de investigación que “no se tocaron” y que, si no llega a ser por los medios de comunicación y la ayuda ciudadana, no se hubiera reabierto el caso. Apunta, también, las características de la persona que ha sido señalada por la testigo que estuvo a punto de ser secuestrada.