Desde hace ya algún tiempo, el turismo de los lugares abandonados se ha puesto muy de moda (y se da muestra de ello a través de las redes sociales). Es por ello por lo que, en esta vigésima temporada, ‘Cuarto Milenio’ emprende un insólito viaje por los edificios y complejos abandonados a lo largo y ancho del país. Iker Jiménez revela que el objetivo no es sólo estremecerse con estos lugares, sino aprender algo de ellos.
El investigador Nacho Navarro acompaña a Iker Jiménez en esta nueva y apasionante sección y, para este primer episodio, deciden viajar hasta el edificio industrial y abandonado más imponente que hay que España (de treinta y seis metros de alto por setenta de largo) que fue muy importante en su momento no sólo a nivel estatal, sino también europeo, pues distribuía electricidad a distintos puntos.
Se trata de las Cuencas mineras de Teruel, de donde se extraía carbón. Fue el pulmón eléctrico de toda España en los años 50 hasta el 82. Hasta allí, hasta la localidad de Aliaga, acudió gente de toda España para trabajar y se llegaron a construir dos barriadas para todos ellos (pasó de tener 400 habitantes a 2.500, todos trabajando para la central).
Con el paso del tiempo, esta central se quedó obsoleta por la cantidad de gasto que tenía y por el peligro que acarreaba para los trabajadores (hubo varias muertes). De hecho, algunos de los trabajadores hablan de una zona concreta a la que denominaban ‘El infierno’, pues allí trabajaban a ochenta y cinco grados de temperatura. Acompañamos a Nacho en este viaje donde descubre parte de la historia de España: “Es un poco Chernóbil”, llega a opinar.