Hay quienes sitúan la antigua Atlántida en una civilización que ocupó el suroeste de la Península Ibérica. Su nombre era Tartessos y se sabe que existió por algunos textos históricos de la antigüedad. Sin embargo, durante siglos se ha sabido muy poco acerca de estos primitivos habitantes de las actuales tierras de Cádiz, Huelva y Sevilla. Es más, se ha llegado a desatar cierto aire legendario alimentado por el desconocimiento.
Tanto es así que, como acabamos de apuntar, hay quienes consideran que la Atlántida a la que se refería el filósofo griego Platón era esta civilización situada en el que por entonces era el fin del mundo, las tierras al oeste de las Columnas de Hércules (estrecho de Gibraltar).
Afortunadamente, la labor de los arqueólogos nunca para, lo que implica que cada cierto tiempo encuentren hallazgos que arrojan luz sobre las sombras del pasado. Y eso fue lo que sucedió en Casas del Turuñuelo a finales de 2023, cuando llegaron a la conclusión de que habían dado con un yacimiento tartésico aproximadamente de los siglos VI o V a.C.
A pesar de estas importantes excavaciones, todavía no se habían hallado suficientes pruebas que dieran más pistas sobre una civilización que algunos historiadores no califican como tal, sino como poblados indígenas ibéricos que entraron en contacto con pueblos comerciantes como los fenicios o los griegos.
Ha sido a comienzos del mes de junio cuando en se descubrieron escenas de guerreros en una placa de pizarra y una fachada monumental que alcanzaba los tres metros de altura.
Tal y como informó la Agencia EFE, los directores de la excavación e investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Esther Rodríguez y Sebastián Celestino, se encargaron de presentar los hallazgos destacando la citada placa de pizarra ya que consideran que es de orfebre, un material que servía de apoyo al artesano a la hora de grabar los motivos que se diseñaban para realizar piezas de oro, marfil o madera.
“Este hallazgo supone un ejemplo único en la arqueología peninsular y nos acerca al conocimiento de los procesos artesanales en Tarteso, invisibles hasta el momento”, explicó Rodríguez, quien también aseguró que les ayudaba a completar el conocimiento sobre la vestimenta, el armamento y los tocados. Asimismo, el conjunto de elementos encontrados proporciona importante información sobre los procesos productivos de la Edad del Hierro en el suroeste peninsular, así como aporta pistas para conocer mejor esta cultura semidesconocida.
Las nuevas revelaciones ayudarán a interpretar esta cultura que tuvo una gran influencia en el valle del Guadiana. De hecho, las excavaciones que se seguirán realizando en este yacimiento estarán destinadas a saber cuál era el grado de desarrollo y si este venía dado por la influencia de los pueblos que navegaban y comerciaban en el Mediterráneo.
Sea como fuere, poco a poco se van conociendo más datos sobre un pueblo que fue importante en el territorio que hoy ocupa España (y parte de Portugal) y que probablemente tuvo influencia en el desarrollo posterior de la zona.
A la espera de lo que los hallazgos de Casas del Turuñuelo arrojen más luz sobre el misterio de Tartessos, hemos de recordar que hay numerosas fuentes antiguas que nombran esta civilización, así como a un rey llamado Argantonio. Pero ¿qué sabemos de Tartessos?
Uno de los personajes más conocidos de Tartessos es el rey Argantonio, quien, según el historiador griego Heródoto, gobernó Tartessos durante un período excepcionalmente largo y tuvo una relación amistosa con los griegos foceos.