Un espectador pide ayuda a 'Cuarto Milenio' y se somete a una regresión: "Necesita una explicación para lo que vivió"

Hay casos que, para un investigador experimentado como José Antonio Caravaca, son tesoros: “Me sorprende que, a día de hoy, siga habiendo auténticas joyas ocultas esperando a ser descubiertas”, comenta el investigador y ufólogo. Un espectador, Vicente, se pone en contacto con el programa a raíz de la emisión de un reportaje, para contar su experiencia.

“Llevaba muchísimo tiempo sin comentar nada por si le podía traer problemas. Pero, viendo cómo se trató el otro tema, le dio el ánimo. Vicente se pone en contacto con nosotros, quiere conocer qué es lo que sucede esa madrugada, durante un período de tiempo que ninguno de los testigos sabe explicar”, nos cuenta Caravaca antes de conocer los detalles del caso.

Sucedió la ciudad de Cádiz hace más de 40 años. El testigo trabajaba como conductor de un camión de basura. En el trayecto para descargar al vertedero, se topa con algo inexplicable. “Vi una estrella muy luminosa. No se me pasó por la cabeza que fuera nada raro, era muy grande”. Él y sus dos compañeros fueron sorprendidos por una luz muy brillante que les envolvió.

“Eran tan blanca que parecía una niebla muy espesa. Tanto que no veía a mis compañeros, que estaban a mi lado, a centímetros”, nos cuenta. Añade que iba a conduciendo a unos 80 kilómetros por hora, pero que, de pronto, el camión estaba parado en el arcén. No recordaba haber detenido el camión. No hablaron durante varios minutos.

Cuando llegaron al vertedero, se dieron cuenta de que, ese recorrido, que suelen hacer en una hora, había durado dos. El encargado le pidió explicaciones, pero ellos estaban tan confundidos que no contaron lo que habían vivido. ¿Por qué habían tardado una hora de más en llegar al vertedero? ¿Qué sucedió durante ese tiempo? ¿Por qué no recuerdan qué hicieron durante esa hora?

La regresión del testigo para descubrir qué sucedió

Caravaca propone al testigo realizar una regresión para descubrir qué fue lo que sucedió durante esa hora en la que no recuerdan nada. Vicente vuelve a hablar de la luz blanca, de la niebla, pero en esta ocasión habla de algo verde, de una especie de algas “como la corteza de un cerebro” y de figuras geométricas: “No sé dónde estoy”, confiesa. Caravaca analiza sus palabras.