Muchos alquimistas, desde la época medieval, intentaron obtener la famosa y codiciada piedra filosofal, una sustancia mágica capaz de transmutar metal en oro o incluso, como muchos consideraban, proporcionar la eterna juventud. Pero lo que pocos conocen es que en 1979 el médico y químico catalán José Gifreda, poco antes de su muerte, comunicó que había logrado completar esa anhelada labor alquímica.
¿Pero quién era José Gifreda? Además de alquimista y ocultista, algunos de sus allegados lo consideraron un avezado practicante del espiritismo, de la magia ceremonial, de la astrología y de otros asuntos esotéricos de alto nivel.
Nacido en el seno de una familia con un alto poder adquisitivo en Barcelona, Gifreda estudió ingeniería pero pasó a ser conocido entre las personalidades del momento por su destacado papel dentro del mundo de la alquimia.
Gifreda logró un aura especial de poder y admiración entre los estudiosos de su época, pero también fue un personaje muy famoso entre la sociedad de Barcelona entre la que llegó a ser conocido como ‘El mago Gifreda’. Y es que este misterioso hombre de ciencias llegó mandó días antes de su muerte una carta a un discípulo en la que se le aseguraba que había logrado dar con el ansiado elixir. ¿Dónde acabó el descubrimiento del mago Gifreda?