Ya han pasado 50 años del estreno de la película más aterradora de todos los tiempos: ‘El exorcista’. El film se estrenó en España en 1973 colándose para siempre en el imaginario colectivo del miedo, una película que para Iker Jiménez es sin duda la obra por excelencia en el género del cine de terror.
Pero este terror que produjo la mítica película salió de las pantallas y creó todo un modo de hacer espectáculo, de hacer arte, como por ejemplo es ‘The Exorcism’, una parte de la extensa sombra que produjo “la mejor película de terror de todos los tiempos”.
Corría el año 1975 en Londres, concretamente en The Comedy Theatre en Panton Street. Allí una actriz sustituta llega al cartel de una obra en el que unos espacios han sido borrados. El lugar que aparece en blanco es el que correspondía a Mary Ure, la actriz principal que debía protagonizar la obra de teatro ‘The Exorcism’.
Mary Ure representó, según los testigos, una espectacular posesión demoníaca. Los compañeros de la actriz y la crítica aseguraron que el exorcismo que Mary había representado sobre las tablas había sido tan espectacular que “incluso su voz había cambiado”.
Extasiada por los aplausos y por las inmejorables críticas, Mary comenzó a darse baños de masas acudiendo a fiestas y recibiendo a admiradores, hasta su trágico final. Tras una noche de fiesta, cuando su marido también actor regresó a casa, encontró a Mary “muerta, rodeada de vómitos y con una mueca terrible”.
La noticia corrió como la pólvora por todo el mundo y fueron muchos los que relacionaron directamente esa horrible muerte de Mary con la función que Mary había representado una única vez: “La obra se paró durante una semana, muchos de los actores no querían continuar en ella”.