En Fenstanton, a 120 kilómetros al norte de Londres, se localizó en noviembre de 2017 un hallazgo tremendamente sorprendente. Un grupo de arqueólogos comenzó una excavación en una zona que antiguamente fue una localidad perteneciente entre los siglos I y IV a Britania, la famosa antigua provincia de Roma.
Siglos después, el terreno se había convertido en una parcela donde había una antigua planta embotelladora de leche destinada a formar parte de un moderno complejo residencial, pero durante la excavación del terreno estos arqueólogos se toparon con cinco pequeños cementerios romanos con sus respectivas tumbas.
Removiendo con cuidado los restos en aquel improvisado quirófano subterráneo, los arqueólogos separaron cada uno de los cuarenta y cinco cuerpos hasta quedarse asombrados con el que bautizaron como 'Esqueleto 4926'.
¿Qué tenía de particular este cuerpo? El escritor José María Zavala ha visitado 'Cuarto milenio' para explicar que se trata del primer esqueleto hallado perteneciente a una persona que fue crucificada, algo que demostraría que efectivamente en Roma acababan con los prisioneros a través de la crucifixión, al igual que la Biblia cuenta sobre Jesús:
"Al analizar los restos de esta persona se descubre que se trata de un varón, de unos 175 centímetros de altura, de entre 25 y 35 años que fue torturado y apaleado durante bastante tiempo antes de ser crucificado".
Es imposible no pensar en las similitudes de este esqueleto con la historia de Jesús de Nazaret. Zavala nos desvela los misterios de este fascinante 'Esqueleto 4926'.