Iker Jiménez habla de su experiencia en Las Vegas y de su interés por viajar a este lugar. Concretamente le interesaba visitar el Mandalay Bay, un hotel marcado. Un hombre jubilado y con problemas de alcohol subió hasta la planta 32 junto con dos fusiles de asalto, apuntó a personas que disfrutaban de un concierto y se convirtió en el protagonista de la mayor masacre después del 11S. Aún hay secretos por resolver.
Su nombre es Stephen Paddock y se llegó a alojar en dos suites distintas. A través de las cámaras de seguridad del Mandalay Bay, vemos cuáles fueron algunos de sus pasos. Cabe destacar que, cuatro días antes de la masacre, viajó hasta su casa (ubicada en Mezquite, a una hora de distancia de Las Vegas) y regresó cargado de maletas: en su interior, 23 armas de asalto y varios kilos de munición.
El día 1 de octubre del año 2017, se celebraba en Las Vegas un festival de música country. A las 22:08h, suenan los primeros disparos. Unas 24 horas después de la masacre, se emitió un comunicado que sigue envuelto en mil conjeturas. El estado islámico reivindicaba la acción de Paddock tras “una reconversión express”. Pero ¿fue realmente así? ¿Se pudo comprobar?
Iker Jiménez ahonda en estas cuestiones junto a José Félix Ramajo (asesor de seguridad en zonas de alto riesgo) para descifrar los enigmas del Mandalay Bay. Él, de hecho, estuvo allí cuando todo sucedió: “Hubo más de 800 personas heridas de bala, disparó 12.000 balas”. Además, parece que la investigación concluyó que el ISIS no estaba detrás de esta masacre.